domingo, 10 de abril de 2011

Journey en Caracas

Teóricamente hablando, cuando uno asume la responsabilidad de hacer crónicas o reseñas sobre eventos musicales (sean del estilo que sean) debe ir más allá del amor por las bandas o por la música en general, debe tomar en cuenta infinidad de detalles, no solo de la producción y organización del evento, sino de las bandas como tal (vestuario performance, interacción y feeeling con el público, ejecución etc), ya que todo ello te ayudará al momento de redactar tu informe sobre el concierto (ni más ni menos eso es lo que termina siendo aunque usemos el  curioso eufemismo de crónica).  Sin embargo, hay algunos casos, algunas bandas con las que resulta casi imposible no rendirte a la emoción, con lo cual terminas olvidándote de que estas allí como representante de un medio de comunicación.

Una de esas bandas es Journey, oriundos de San Francisco (Estados Unidos) y ya con  38 años a cuestas, cuyos orígenes están enmarcados dentro del rock progresivo y experimental con fuertes raíces del jazz pero que paulatinamente fueron decantándose por una formula más comercial y amigable, edulcorando su sonido hasta convertirse en una banda habitué de las emisoras de radio en cualquier horario, siendo etiquetados dentro de un estilo que se ha denominado A.O.R (Adult Orient Rock) o “rock orientado a los adultos” (¿?). 

A lo largo de su historia, los Journey han pasado por diversos cambios de alineación pero sin duda el más importante de todos ha sido el de su vocalista Steve Perry, quien ingreso a la banda en 1977 siendo artífice del despegue definitivo de la misma, su carisma, registro vocal y su particular forma de interpretación han sido imitados por miles de cantantes a nivel mundial y su marca dentro de Journey fue tan inmensa que no solo muy pocos recuerdan la existencia de 2 cantantes previos a su ingreso a la banda, sino que sus sucesores Steve Augery y Jeff Scott Soto a pesar de su calidad comprobada no lograron alcanzar el listón dejado por Perry.

Sin embargo hace unos años Neil Schon guitarrista y fundador de Journey se encontró por youtube con un cantante fuera de serie cuyo timbre de voz era asombrosamente  similar al de Steve Perry, es así como Arnel Pineda oriundo de Filipinas un hombre muy humilde que trabajaba en un mercado y de noche cantaba en bares para ganarse la vida ingresa a las filas de la agrupación, siendo presentado en el festival de Viña del Mar de chile ante una multitud que no salía de su estupor ante lo que presenciaba, este desconocido se movía por el escenario con naturalidad, su voz cabalgaba a sus anchas por los temas donde Steve Perry había dejado su impronta y además derrochaba carisma y simpatía tanto en el escenario como fuera de el. Luego de varios conciertos, un álbum de estudio llamado “Revelations”  y la vuelta triunfal de la banda a los grandes titulares de los medios de comunicación, la agrupación del escarabajo alado pisaba por primera vez suelo venezolano.

El Martes 5 de Abril a las 6 pm estábamos ubicados en las puertas del Anfiteatro del Sambil, siendo recibidos por el señor Roberto Palmitesta Jefe de prensa del evento, quien nos explicó  que a diferencia del concierto de Slash, no podríamos estar al frente de la tarima (debido a cambios en la logística) pero que tendríamos libertad de movimiento a lo largo y ancho del recinto así como un lugar si bien algo alejado del escenario, privilegiado ya que permitía apreciar a la banda en pleno sin estorbos visuales de ningún tipo, (una vez más quiero expresar mi agradecimiento al señor Palmitesta por su eterna deferencia para con los medios sin importar el tamaño o alcance de este).

Así las cosas, una vez ubicados dentro del recinto en medio de un público variopinto (parejas en edad madura, parejas con sus hijos, jóvenes con pinta de metaleros extremos y varios heavys) Pilín, Anthony (Rock a tu estilo), Adrian (Cresta Metalica), Hector Rivas, Yexi y mi persona esperábamos con ansia el inicio del espectáculo, la expectativa por ver en directo la capacidad de pineda sobre el escenario era enorme.

A las 8 en punto aparece el presentador de Profit quien luego de anunciar los eventos venideros (imposible no nombrar la presencia de ASIA en mayo), pidió un fuerte aplauso para la banda nacional “Tomates Fritos” (¡!), agrupación nativa de Puerto la Cruz, con influencias muy marcadas del pop, el contry rock y de bandas como Creedence Clearwater Revival, The Beatles, Tom Petty y Bob Dylan, conformada por Boston Rex (Bajo y Voz líder) Kike Franco (Guitarra) Tortel Vera (Guitarra) Chino Agreda (Guitarra) y  Tony Cash Maestracci (Batería), interpretaron temas como “Hombre Bala”, “Mi cura mi enfermedad” “Nadare hasta llegar” entre otros, su sonido estuvo muy bueno y compacto contando además con un buen juego de iluminación, de hecho, por primera vez vimos una banda nacional que no presentó los típicos e infaltables detalles de sonido de los conciertos con bandas foráneas. Sin embargo, la verdad es que la recepción con el público fue bastante fría y en algún momento rayó en la indiferencia total, si bien es cierto (repito) que su trabajo y ejecución en el escenario fue impecable, así que desde acá mis felicitaciones a los Tomates Fritos por su excelente trabajo.

A las 9 en punto, con la adrenalina fluyendo ingresan los journey con el tema “Separate Ways” de su álbum “Frontiers”, seguido por “Edge of the Moment” (de su venidero álbum de estudio “Eclipse”), “Only The Young” y “Ask The Lonely” (estos últimos formaron parte de los soundtracks de las películas “Two of a Kind” y “Vision Quest” respectivamente).

La euforia se apoderó de todos los presentes, la banda suena mejor que nunca, Arnel Pineda con gran energía salta y corre por el escenario sin que su voz disminuya en intensidad, derrochando carisma y embolsillandose al público desde el primer momento.

Pasados los primeros instantes de euforia Journey presenta otro tema de su próximo álbum de estudio, esta vez se trata de “Resonate” y con el pudimos apreciar que los estadounidenses están regresando al sonido mas hard rockero, alejándose un tanto del “pseudo pop” que ha predominado en su música durante los últimos años, inmediatamente el extraordinario Neil Schon nos deleita con un pequeño solo de guitarra, este carismático instrumentista (proveninente de la banda de Santana y cerebro creador de Journey junto al tecladista Jonatan Cain), no necesita de grandes efectos ni artefactos circenses para derrochar calidad técnica y virtuosismo, inmediatamente los acordes de “Stone in love” arrancan gritos de emoción en la audiencia, mientras la agrupación cada vez más cómoda y asentada sobre el escenario corresponde a las  demostraciones del publico con sonrisas y entrega total, destacándose  el  excepcional trabajo del baterista Deen Castronovo, responsable en gran medida del peso de la banda, (incluyendo el uso del doble bombo en los temas más rápidos), su estilo y forma de tocar es sencillamente alucinante, sorprendiendo a propios y extraños cuando interpretó manera impecable y sin abandonar jamás su puesto como baterista el tema “Keep on Running” logrando una fuerte ovación como reconocimiento a su ejecución.

“Whos Crying Now”, “City of Hope” (dedicada a Japón), “Lights”, “Still They Ride” (cantada por Castronovo) no daban ni un segundo de tregua a un público extasiado que no podía creer lo que veía. Luego de esta andanada vino un pequeño solo de teclado del maestro Jonatan Cain  el cual fue el preludio de uno de los momentos más intensos de la noche, el clásico “Open Arms”, no tengo palabras para describir la reacción de los asistentes, lagrimas, abrazos y sonrisas se confundían por doquier, mientras que Arnel Pineda totalmente entregado dio a su interpretación el feelin preciso que este tema requiere, con una afinación, colocación y proyección de la voz absolutamente perfecta.

Los ánimos se calmaron un poco mientras Journey entona las notas de “Chain of Love” (otro tema de su próximo álbum “Eclipse”), para posteriormente entrar en un solo de guitarra y harmónica a cargo de Schon y Cain, luego vendrían“Wheel in the Sky”, “Human Feel”y“Be Good to Yourself, rematando con dos himnos indiscutibles no solo de Journey sino de la música en general “Faithfully” y “Dont Stop Believen”, con los cuales la audiencia sencillamente estalló como un ente único en una descarga emocional indescriptible, en una de esas demostraciones de lo que la magia de la música puede lograr.

Con este emotivo final la banda hace amago de retirarse para luego volver con “Anyway You Want It”, cerrando con las pinceladas blueseras de “Lovin Touchin Squeezin”, para ponerle punto final a una noche única e inolvidable.

La voz de Arnel Pineda se mantuvo intacta durante todo el show, su potencia,  técnica, afinación, colocación e interpretación fueron prácticamente perfectas, sus impresionaste saltos, su comunicación constante con el público, hacen de este señor uno de los mas grandes vocalistas de la historia del rock y aunque no cometeré el sacrilegio de ponerlo por encima de Steve Perry, si diré que alcanza y rebasa con creces el listón que este dejo en la banda. La energía de Deen Castronovo el peso del bajista Ross Valory,  la genialidad de Neil Schon y Jonatan Cain (quien no dudó en más de una ocasión a lo largo del show en empuñar una guitarra y salir al frente del escenario) nos hicieron vivir un concierto fuera de serie, una experiencia mágica la cual nos hace colocar este evento en nuestro top 10 de conciertos de por vida.

A la salida del show todo eran sonrisas, parejas en edad madura abrazados llorando de felicidad, en fin cualquier cosa que pueda comentar nunca podrá describir con exactitud lo que fue este show pero algo si nos quedo claro, JOURNEY HA VUELTO POR SUS FUEROS, RECORDANDONOS QUE NUNCA PERO NUNCA HAY QUE DEJAR DE CREER NI DEJAR DE SOÑAR!!!.

Reseña por Joad Manuel Jiménez y Marilyn Castro.
Fotografías de Jocelyn Parra, para ver la galería del concierto dar click aquí.

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